Originaria de San Sebastián, su nombre proviene del restaurante "La Viña" donde se popularizó, convirtiéndose en un clásico atemporal de la repostería. Es una deliciosa creación que se destaca por su textura cremosa y sabor profundo. Con una corteza caramelizada y un interior suave, esta tarta se elabora con ingredientes simples, logrando una combinación única que cautiva a los amantes del postre.
Preparación:
Precalienta el horno a 210ºC con calor superior e inferior, sin usar el ventilador.
Preparar el molde utilizando un molde desmontable de tamaño grande. Humedecer una hoja de papel de hornear bajo el grifo, escurrirla bien y colocarla ajustándola al fondo y a las paredes del molde.
En un bol, poner 875 gr QUESO CREMA, batirlo y agregar 350 gr AZÚCAR (incluyendo 5 gramos de AZÚCAR AVAINILLADO). Mezclar bien con las varillas hasta obtener una crema suave. Agregar 6 HUEVOS uno por uno, mezclando bien después de cada adición. Pasar los 22 gr HARINA DE REPOSTERÍA por un colador para evitar grumos, mezclar nuevamente y agregar la 437 ml NATA 38% poco a poco, sin dejar de mezclar.
Verter la mezcla en el molde.
Hornear a 210ºC durante 50 minutos con calor superior e inferior, sin usar el ventilador.
Apagar el horno y dejar enfriar el pastel dentro con la puerta entreabierta durante cuatro o cinco horas. Cubrir con papel de aluminio y refrigerar la tarta durante toda la noche.
Consejos para un tarta de queso perfecto:
Es clave, en todas las recetas de repostería, seguir la receta al pie de la letra, nunca añadas los ingredientes a ojo.
Puedes incorporar un chorrito de jugo de LIMÓN o un poco de ralladura para aromatizar ligeramente la tarta.
Controlar tiempos y observar la tarta para evitar que se dore mucho.
Si te gusta que quede más blanda por la parte central, deberás hornearla durante 40 minutos.
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